Como ya sabéis la tecnología Blockchain se puede utilizar en ámbitos diferentes, desde el sector bancario a la certificación de derechos de autor o la tokenización de activos y ahora también en la medicina.
Con Blockchain, salud y tecnología unen sus fuerzas en un mundo en el que las leyes de protección de datos son cada mas severas.
Esta tecnología creará un punto y aparte en el modo en el que las comunicaciones se establecen. Al ser una tecnología descentralizada, la información que se intercambia es imposible de modificar y existe un anonimato entre todos los agentes implicados.
Las transacciones están vinculadas a una persona, pero no se revela su identidad nunca. De esta forma, un médico podría llevar a cabo un registro con todos los datos sanitarios del paciente. En todo momento, el paciente puede saber quién accede a sus datos y si estos se modifican en algún momento.
Gracias a ese anonimato la medicina podría ser más precisa y dispondría de una gran cantidad de datos válidos para estudios al recoger pacientes de distintos ámbitos, de manera anónima y sin depender de terceros.
Blockchain ofrece la posibilidad de compartir millones de datos de salud e involucrar a los distintos agentes relacionados con esta: fundaciones, investigadores, médicos, pacientes.
Todos unidos por un mismo interés: almacenar y compartir información sensible para hacer de la medicina una ciencia solo de datos.
BLOCKCHAIN Y EL COVID-19
Un ejemplo claro de esto es como Blockchain está colaborando en resolver uno de los mayores problemas actuales, el COVID-19.
La Organización Mundial de la Salud en colaboración con IBM, Hacera, Oracle y Microsoft, han lanzado la plataforma MiPasa, construida sobre Hyperledger Fabric.
MiPasa pretende el intercambio de información totalmente privada entre individuos, autoridades estatales e instituciones de salud, garantizando la privacidad de los usuarios de modo que permitirá a un individuo verificar si ha estado en contacto con otro individuo que haya resultado ser positivo en COVID-19.
Esta plataforma proporcionará a científicos, sanitarios, y demás, datos precisos que permitan detectar puntos de infección y crear soluciones para frenar los contagios.